Sin ganas siempre se come jamón y gambas, pero nunca se juega un partido de futbol. Pues eso fue lo que pasó, que se jugó al futbol no que comiésemos gambas ni jamón.
Cuando un jugador se compromete con un equipo de futbol, tiene que tener en cuenta que hay muchas personas realizando un trabajo que no se ve pero que cuesta mucho tiempo. Ese trabajo lo realizan entrenadores, directivos, empleados del club, y sobre todo los padres, familiares y seguidores en general, que encima tuvieron que pagar por ver. el partido lo ganan o lo pierden tanto los jugadores como los técnicos, pero los goles los marcan los que juegan y esos mismos son los que tienen que correr. El partido que jugó el futbol base de Gerena con el equipo de Cantillana de Cadetes, fue de esos en los que los jugadores salen sin ganas de jugar, donde el contrario por muy endeble que sea llega una vez marca y ahora remonta el resultado si puedes. El primer tiempo se desarrolló sin presión ni gana alguna por parte de la mayoría de los jugadores, llegando a encajar el primer gol a los 23 minutos del primer tiempo. El centro del campo, motor que debe de ser del equipo no funcionaba, y la defensa se tenía que multiplicar para tapar los huecos que no cubrían los centrocampistas, y así llegó el descanso, sin haber tirado una sola vez a gol. En el descanso se realizó un cambio que fue la entrada en el terreno de juego de Guillermo por Jonathan. Reanudada la segunda parte y cuando sólo llevábamos 2 minutos jugados, llegó el segundo gol. Ante lo que se podía apreciar desde fuera del campo, el entrenador comenzó a mover el banquillo y llegó a modificar el dibujo táctico, dejando sólo tres defensas, cuatro centrocampistas y tres jugadores en punta. Desde ese momento, el equipo se hizo con el balón y llegó a meter al equipo de Cantillana en su terreno. Así en el minuto 76 Iván marcó un soberbio gol desde gran distancia, en el cual el portero contrario no pudo hacer nada por evitar el tanto de Gerena. Seguidamente, se produjeron varias ocasiones de gol, incluso el árbitro dejó sin señalar una falta y posible expulsión de un defensa local, cuando este agarró de la camiseta por detrás a Isidro cuando este se plantaba solo delante del portero, lo mismo que un empujón junto al poste que recibió Carlos, y que pudo haber sido penalti. A pasar del mal juego exhibido por el equipo en la primera parte, destacar el desgaste físico que realizaron entre otros los defensas centrales Javi Peña y Alberto. El equipo contrario comenzó a realizar cambios, y se dedicó sólo casi a defender ante el empuje de Gerena en la segunda parte. Ya en los minutos finales, a falta concretamente de 5 para el final vino el tercero de los de Cantillana, cuando el equipo de Gerena se encontraba totalmente volcado en el campo contrario, momento en el que prácticamente se arrojó la toalla, y así a los 3 minutos de encajar el tercer gol, una falta lanzada por Cantillana el borde del área, y con la colaboración del Portero de Gerena que se situó mal antes del lanzamiento, llegó el cuarto y definitivo con el que se llegó al final del partido. ¿Y el árbitro?, bueno hasta le tuvimos que pagar por su labor... y dicen que los árbitros de primeras son malos... y el agua caliente en Cantillana para el té.
Dicen que de los errores se aprenden, pues dejemos de aprender y ganemos los partidos.
1 comentario:
Es difícil hacer un comentario cuando se refiere a nuestro equipo cadete, ya que nuestro míster Pedro escribe mejor que corre, pero estoy totalmente de acuerdo en la valoración que hace de nuestro equipo.
No se porque, bueno si lo se, en estas edades los jóvenes empiezan a darle una importancia relativa a todo lo que emprenden (amistades, estudios, deportes, educación).
El fútbol no es solo un juego estratégico o físico, es un mosaico de valores que se COMPARTEN ayudando a formar un estilo de vida, una forma de ser, por lo menos así me lo planteo yo.
Pasión, disciplina, generosidad, respeto, coraje, responsabilidad, perseverancia...son valores que deberíamos tener presentes en nuestro equipo cadete y en todos los aspectos de nuestra vida.
Si no entrenas lo mejor que sabes, recuerda que hay alguien en cualquier sitio que lo estará haciendo duramente, y si os encontráis, él te ganará.
Un jugador un equipo ganador se distingue por su ética de trabajo y porque nunca pone excusas. La responsabilidad te enseña que si pretendes ser grande, no debes refugiarte en las excusas.
Cadetes, empezáis a querer conseguir metas, a enfrentaros con la vida, tomar esos valores como referencia, que seguro que os servirán de mucha ayuda.
Nosotros los entrenadores en formación, debemos tener en cuenta que el triunfo no se mide en cuantos títulos hemos obtenido, sino en cuantos jugadores y a que nivel llegan.
Este es el verdadero triunfo, si ademas se ganan títulos, mejor, pero sin invertir el orden.
Por todo ello willi, pedro, no os desaniméis ya que para vuestra primera experiencia como entrenadores es difícil, pero estoy seguro que no me he equivocado a la hora de escogeros y al final será una maravillosa experiencia.
Manuel Alba
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