"LA LABOR DE UN ENTRENADOR, UN PERSONAJE QUE PARA MUCHOS SUELE SER RESPONSABLE DE TODO Y PARTICIPE DE NADA, UN HOMBRE EN DEFINITIVA FORZOSAMENTE SOLITARIO, ARROPADO POR SU EQUIPO DE TRABAJO Y JUGADORES, Y A VECES NI ESO".
Teníamos que ganarle al Español en el torneo de Peralada, si le ganamos jugaríamos la final con el Barca de los negros fuertes y altos.
Esa noche solo en mi habitación, preparé el partido con esmero, le cerraríamos los pasillos de fuera y con vasculaciones rápidas los de dentro, con javi "rota" en punta les sorprenderíamos al contraataque.
Llaman a la puerta, "Míster ven un momento, hay tres futbolistas que están asomándose a la ventana de la habitación con riesgo de caerse".
Cuando volví a mi habitación, tuve que pensar que hacer con esos futbolistas ...y con el partido del día siguiente.
El míster Pedro me comentaba el otro día que cuando acabo el curso, tenía unas ganas locas de empezar, de ser campeón, tenemos seguro que nuestros jugadores son los mejores, todo es color de rosa.
Poco a poco vemos la dificultad que supone ser entrenador, que no es tan bonito como lo pintan, además ser entrenador de un equipo que te dan y te dicen hay tienes el equipo.
Te encuentras en estas categorías con muchos obstáculos, que tenemos que resolver, pero es en el camino los que nos hace fuertes. Aunque al aficionado, al Padre, al directivo les atrae más el final, y es comprensible, pero al entrenador le interesa cómo respira el grupo en una derrota o el éxito, y como se desarrollan los encuentros, porque eso nos indica hasta donde se puede mirar.
En primer lugar están los jugadores, cada uno con su forma de ser, nosotros debemos de ser el nexo de unión entre el niño y el fútbol, debemos asumir responsabilidades deportivas, sociales y pedagógicas, los niños nos aceptan o no según nuestro nivel de conocimientos, por nuestra capacidad de motivar y organizar , por nuestra personalidad, estabilidad emocional, coherencia y entusiasmo.En estas edades es más difícil entrenar que en categorías superiores donde todo ya esta hecho.Aquí cabría la contestación de un padre famoso dio cuando le preguntaron sobre si quería que sus hijos fuesen figura de un determinado deporte y el contesto "me gustaría que mis hijos fueran felices, si luego son estrellas, pues mejor pero sin cambiar los términos".
En segundo lugar los padres, los hay padres -manager , padres que dejan al niño como si fuese una guardería, y otros, que acuden por otro tipo de circunstancias(transporte, desplazamiento...), y que suelen tener una actitud discreta, apoyando y animando a sus hijos de una forma elegante y digna de elogio.
En tercer lugar, esta todo lo que rodea al mundo del fútbol, como son aficionados, otros entrenadores, prensa, directivas...
Todo esto hace al entrenador un ser especial, alguien que debe encajar todas las piezas para alcanzar el éxito que cada equipo y cada club pueda conseguir independientemente de sus medios y objetivos.
Por si os sirve de algo, os pongo una reflexión que hizo Cruyff, que me llamo la atención y que siempre hago referencia cuando hablo de fútbol:
"un vestuario, un lugar en el que coinciden 25 personas de las que solo juegan 11,...es un autentico polvorín...por eso es muy importante marcar unos parámetros claros, unas enseñanzas en el campo, una convivencia en el vestuario, unos valores en la entidad...por eso es tan bonito estar allí dentro. A veces pienso que, en el fondo, tocar el balón es casi la última fase del proceso.¡hay tantas cosas que resolver antes¡.
Antes del partido en el vestuario, les dije a mis futbolistas que quizás perderíamos una batalla, pero ganaríamos la guerra.
Le ganábamos al Español 2-0, teníamos a varios jugadores cansados, pero los jugadores que en la noche se habían portado mal no los iba a sacar, a consta de poder perder el partido. Al final nos empataron y perdimos por penaltys.
Algunos comentarios de la grada, fueron duros hacia el entrenador, no podíamos tirar el partido de esa forma, por un mal comportamiento de un día, se podría haber castigado en otra ocasión.
Esos jugadores que se portaron mal, me consta que ahora son más disciplinados y nunca perderán un partido antes de jugarlo.
Manuel Alba
En primer lugar están los jugadores, cada uno con su forma de ser, nosotros debemos de ser el nexo de unión entre el niño y el fútbol, debemos asumir responsabilidades deportivas, sociales y pedagógicas, los niños nos aceptan o no según nuestro nivel de conocimientos, por nuestra capacidad de motivar y organizar , por nuestra personalidad, estabilidad emocional, coherencia y entusiasmo.En estas edades es más difícil entrenar que en categorías superiores donde todo ya esta hecho.Aquí cabría la contestación de un padre famoso dio cuando le preguntaron sobre si quería que sus hijos fuesen figura de un determinado deporte y el contesto "me gustaría que mis hijos fueran felices, si luego son estrellas, pues mejor pero sin cambiar los términos".
En segundo lugar los padres, los hay padres -manager , padres que dejan al niño como si fuese una guardería, y otros, que acuden por otro tipo de circunstancias(transporte, desplazamiento...), y que suelen tener una actitud discreta, apoyando y animando a sus hijos de una forma elegante y digna de elogio.
En tercer lugar, esta todo lo que rodea al mundo del fútbol, como son aficionados, otros entrenadores, prensa, directivas...
Todo esto hace al entrenador un ser especial, alguien que debe encajar todas las piezas para alcanzar el éxito que cada equipo y cada club pueda conseguir independientemente de sus medios y objetivos.
Por si os sirve de algo, os pongo una reflexión que hizo Cruyff, que me llamo la atención y que siempre hago referencia cuando hablo de fútbol:
"un vestuario, un lugar en el que coinciden 25 personas de las que solo juegan 11,...es un autentico polvorín...por eso es muy importante marcar unos parámetros claros, unas enseñanzas en el campo, una convivencia en el vestuario, unos valores en la entidad...por eso es tan bonito estar allí dentro. A veces pienso que, en el fondo, tocar el balón es casi la última fase del proceso.¡hay tantas cosas que resolver antes¡.
Antes del partido en el vestuario, les dije a mis futbolistas que quizás perderíamos una batalla, pero ganaríamos la guerra.
Le ganábamos al Español 2-0, teníamos a varios jugadores cansados, pero los jugadores que en la noche se habían portado mal no los iba a sacar, a consta de poder perder el partido. Al final nos empataron y perdimos por penaltys.
Algunos comentarios de la grada, fueron duros hacia el entrenador, no podíamos tirar el partido de esa forma, por un mal comportamiento de un día, se podría haber castigado en otra ocasión.
Esos jugadores que se portaron mal, me consta que ahora son más disciplinados y nunca perderán un partido antes de jugarlo.
Manuel Alba
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